Tras el éxito que cosechó Angry Birds, del que se han hecho más de 10 millones de descargas, parece que no son buenos tiempos para la empresa creadora del título, Rovio. Los datos financieros del año pasado, que se han conocido hace relativamente poco, demuestran que 2013 no fue un buen año para ellos.
Recordemos que Rovio, además de presentarnos Angry Birds en juegos para dispositivos móviles, amplió su negocio y comenzó a lanzar productos en otros sectores, como el comercial, poniendo a la venta peluches, ropa, accesorios… basados en los famosos pájaros y cerdos del juego.
Gran caída de los beneficios netos de la compañía
"Hemos invertido en nuevas áreas de negocio, como la animación y la distribución de vídeo, aventurándonos en nuevos modelos de negocio en los juegos, y consolidamos nuestra fuerte posición de mercado en los productos de consumo de licencia" ha declarado el director financiero de Rovio, Herkko Soininen, quien ha nombrado 2013 como "un año de creación de la fundación".
Y aunque se haya realizado todo esto, no quiere decir que haya sido un buen año. De hecho ha sido uno de los peores de la compañía desde su fundación, ya que ha tenido una caída del 52% respecto del año anterior; en 2012 Rovio obtuvo unos beneficios netos de 77 millones de dólares, y en 2013 la cifra ha bajado hasta 37 millones de dólares.
El aumento de la competencia puede ser uno de los factores que han influido en la caída de beneficios
Los productos de merchandising de Angry Birds generan casi el 50% de los beneficios de la compañía. Por lo que suponemos que el otro 50% lo generarán, en su mayoría, las descargas de los distintos juegos de los famosos pájaros.
El problema es que en estos años han aparecido fuertes competidores, como la saga Candy Crush, que ha conseguido enganchar a tantas personas como para que la compañía propietaria, King, haya salido a Bolsa y esté valorada en unos 7.000 millones de dólares.
Pero como podemos leer en The New York Times, Rovio no es la única empresa de desarrollo de juegos que tiene problemas. Zynga, por ejemplo, también tiene los suyos desde su multimillonaria oferta pública inicial en 2011, ya que los inversores temen que la empresa sea demasiado dependiente del pequeño número de juegos que tienen actualmente. Como vemos no son buenos tiempos para algunas grandes empresas de juegos. Veremos a ver cómo se desarrolla el asunto.
